Quisiera alzar mi voz y reivindicar la labor de la mujer en la sociedad. Pasado el 8 de marzo, día internacional de la mujer y escuchando las noticias ese mismo día y ver como las mujeres de todo el mundo salían a la calle a gritar a pleno pulmón para que fueran escuchadas y luchar por una igualdad que en pleno siglo XXI no ha llegado aún. Mas que gritar ellas pienso que nosotros como hombres deberíamos haber salido a defender esa igualdad porque queda dicho que una mujer no es menos que un hombre, que ellas están a la altura de conseguir lo que se propongan, que por ellas estamos en el mundo y por eso quisiera dedicaros estas palabras.
Dios las hizo para ser compañeras del hombre a su propia imagen con ilusión con una costilla del hombre, no para ser su compañera sino para ser su bendición. Todas las mujeres son idénticas dotadas con un alto grado de inteligencia, con autonomía de pensamiento, autenticas y con un sexto sentido que hace la diferencia.
Son belleza incomparable, algunas físicamente otras intelectualmente, pero en ambos casos perfección interminable que nos envuelven entre sus sueños dulcemente. Tienen la sangre fría para defender con su vida a un ser querido, tienen en su mirada la luz del día pero tienen el poder de levantar a un guerrero ya vencido.
Son madres y amigas, son amantes creadas con la mágica ternura del amor, son el apoyo de caballeros triunfantes, son en un mundo hermoso simplemente lo mejor. Son fuego son pasión son fantasía son hechizo que penetra por las venas, son fuente inagotable de alegría el bálsamo que cura nuestras penas.
Son muchas la inspiración, son las notas musicales de una canción son el mas bello poema de la creación son seres que merecen devoción. Son admiración, son seducción son verdad y compañeras en el dolor, son el perfecto de la creación, la pureza misma del amor.
Pido para todas las mujeres del mundo que Dios le de siempre su bendición y protección, gracias muchas gracias, por ser ustedes lo que son.